Conferencia con Dr. Harry Leibovich

VOLVER A CREER…
(Por Jorge V.Garasino)
Andrés Serra, distinguido profesor, nieto del inolvidable maestro d. Emilio Serra, como Director del Departamento de Instructores de Profesionales de Golf de Argentina y Andrés Gotta y Diego Jurado a cargo de la única y verdadera Escuela formativa para profesores de golf, tuvieron la gentileza de invitarme a una conferencia del Dr. Harry Leibovich. Fue el lunes 17 de octubre y el tema: la “Cadena Cinemática”, sus fundamentos y aplicaciones al swing de golf.
Jamás pensé que un swing de golf, que para practicarlo se necesita por lo menos un espacio de 3m x 3m x 3m, o sea 3 metros cúbicos suficientes para recibir 3.000 litros de agua o de aceite o de vino, lo que Usted quiera, podría contenerse en esta fórmula: F= M x VT2 ./. R (Masa por Velocidad Tangencial al cuadrado dividido el Radio).
El planteo y todo el desarrollo me atrapó. Las conclusiones me sorprendieron. Esa “cadena cinemática” no es un fenómeno aislado sino que, sin conocerla la practicamos desde nuestra infancia, cuando, por ejemplo, nos hamacábamos.. Increíbles sus aplicaciones y en especial lo que produce al ejecutar un swing de golf en el mismo momento que el pie izquierdo hace el “addressing the ball”.
Como bien lo explicó Harry, esa cadena está sometida a las tensiones, ansiedades y todas las interferencias mentales que provienen del jugador en las fracciones de decimas de segundo que demanda un swing. Cuando esas “interrupciones” no se presentan, el jugador está en un estado tal que ejecutará sus mejores golpes.
Ampliando su tesis detalló la solución que encontró para resolver el problema de un golfista-paciente: este señor, en un hoyo determinado de la cancha de su club, invariablemente golpeaba su pelota fuera de límites. Entonces acompañó al jugador a ese tee y con diez pelotas lo invitó a que las golpeara intencionalmente fuera de límites. ¿Qué ocurrió? Ni una sola pelota salió de la cancha !! con lo que le demostró al jugador que era su subconsciente el que actuaba con tanta intensidad.
Así, plena de figuras y demostraciones concretas transcurrió la conferencia, un acto para no olvidar por su trascendencia.
Nadie duda de las distintas crisis que hoy afectan al golf argentino. Pero frente a lo que tuvimos oportunidad de participar, estamos seguros que con estas muestras de entrega honestas e inteligentes, la Escuela de Instructores de PGA está rehaciendo la jerarquía de un sector realmente abandonado: el de los jóvenes que aspiran a formarse como profesores de golf sobre bases técnicas y científicamente irreprochables.